Del hidalgo montañés



Del hidalgo montañés
Don Pascual Pérez Quiñones
eran las camisas nones
y no llegaban a tres.


La República nacía
y a él le tocó esa suerte
mas fue fiel hasta la muerte
al dejo de Andalucía.
Por obligación tenía
siempre en la tierra los pies,
heredero del revés
de su estirpe en Ayacucho
antaño se hablaba mucho
del hidalgo montañés.


Su maltrecha condición
que de envidia no era causa
sin prisa pero sin pausa
le recordaba un pregón.
Para llamar la atención
en femeninos balcones
el que vendía melones
por rimar aseguraba
que era quien más le compraba
Don Pascual Pérez Quiñones.


Nunca Lima tuvo escasos
repentistas de los buenos
para entrar en los terrenos
de triunfos y de fracasos.
Contaban hasta sus pasos
quienes eran más fisgones
de él tanto los pantalones
como capas y botines
sombreros y calcetines
eran las camisas nones.


Aún sin cabalgadura
quería ser buen jinete
pero el impío juanete
le quitaba la lisura.
Única era su apostura
de Caballero Maltés
de principio a fin de mes
sus atuendos estelares
eran números impares
y no llegaban a tres.


* planta de Ricardo Palma – Tradiciones Peruanas “Capricho de limeña”

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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